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        El estudio de la comunicación se remonta a mucho tiempo atrás. Pretender abarcar toda su historia comprendería un planteamiento inmenso, desde la aparición del primer ser humano hasta hoy. Sobre todo, teniendo en cuenta que pensamiento, ideas y lenguaje están intrínsecamente relacionados. La lengua, como instrumento de comunicación, está en continua evolución, esto supone novedades, avances y descubrimientos varios, casi diarios, en todos los campos de la investigación.

        En principio, los estudios de lengua se orientaban, básicamente, hacia la gramática descriptiva. Es decir, la función principal de los investigadores y de los estudiosos, o eruditos, consistía en describir, lo más minuciosamente posible, los diferentes elementos que componían una lengua. Actualmente las cosas han cambiado considerablemente. En los numerosos avances del hombre, en el tiempo, podemos rastrear claramente los cambios de concepción, orientación y, en definitiva, de mentalidad, por los que ha atravesado. Las ciencias constituyen un campo tan amplio, casi tanto como la propia evolución humana, que, hoy por hoy, resultan incluso difíciles de clasificar. El entorno de la lingüística, como ciencia que nos ocupa, no podía ser menos.

 

        La teoría de la comunicación se encuentra en uno de sus mejores momentos. Investigadores de la talla de F. de Saussure, junto a colegas de otras ramas, han orientado nuestros trabajos hacia campos, no hace tanto, insospechados.       

        El mundo, en su continua evolución, nos provee de un amplio terreno para la investigación lingüística. Diversos avatares históricos han modelado lo que hoy podemos encontrar. Las lenguas han atravesado períodos de formación, integración, expansión, rechazo, sometimiento, auge, degradación, fusión, desaparición etc., hasta configurar el actual mapa lingüístico. En él podemos encontrar una enorme cantidad de idiomas, y cada uno de ellos posee una situación particular.

Los estudios más modernos abarcan desde los aspectos generales, hasta las particularidades más insospechadas, desde la gramática histórica, hasta el uso de tal o cual partícula en un texto latino del siglo II. Toda esta gran producción no hace sino evidenciar la tendencia a la especialización y optimación, que constatamos en el mundo que nos rodea.

        Las experiencias de este siglo han servido de ‘primer paso’ hacia las exigencias del próximo. La apertura del mundo nos ha hecho conscientes de la necesidad de desarrollar los medios de comunicación entre las naciones. Esta tendencia ha generado una ‘nueva era’ lingüística basada en la explotación total de las lenguas potenciales que constituyen el medio comunicativo más funcional.

        La lengua ya no es, únicamente, la herramienta de las producciones intelectuales de los individuos sino, más bien, un instrumento pragmático orientado hacia finalidades que están lejos de ser idealistas, como lo habían sido tradicionalmente. Este pragmatismo lingüístico es el resultado lógico de su carácter impositivo. Las lenguas extranjeras dejan de ser ‘perseguidas’ por los interesados en ellas, para convertirse en ‘visitantes’ inesperados en los hogares de cualquier lugar del mundo. Lenguas de todas las categorías nos invaden, cada vez más, para compartir nuestras actividades e incluso para competir con las nuestras propias. Unas se presentan, aparentemente, pasivas, y otras de forma totalmente decisiva, convirtiéndose en el factor más importante de nuestro éxito o fracaso a nivel profesional, social e intelectual. Por tanto, la tendencia hacia el dominio de estas lenguas se convierte en una obsesión costosa y preocupante, teniendo en cuenta la ineficacia de los métodos tradicionales de enseñanza, frente a este nuevo pragmatismo.

        Personalmente he optado por un camino optimista en el que lo más interesante es contribuir a un mejor entendimiento de los sistemas lingüísticos. Y, más específicamente, a un mejor entendimiento de los mecanismos didácticos, siendo la base pragmática del funcionamiento de cualquier nueva lengua posible.

        Se equivoca quien piensa que aprender una lengua extranjera es difícil, y se equivoca, también, el que piensa que es fácil. La consideración es totalmente relativa y oscila entre la facilidad y la imposibilidad, dependiendo, totalmente, del sujeto por una parte, y de la metodología utilizada por otra. Es fácil cuando coinciden todas las características necesarias para una operación tan complicada como aprender una nueva lengua, una nueva cultura, una nueva manera de pensar, de ver y sentir, e incluso, un nuevo mundo. Es decir, cuando se encuentra, a disposición de los implicados, un ámbito, tanto material (lugar, personas y medios), como abstracto (deseo, ambición, y voluntad).

        Por mi propia experiencia, no me atrevo a decir que este acto sea fácil, pero creo con seguridad que no es, tampoco, difícil. Necesita mucho esfuerzo físico: tiempo dedicado al estudio de la nueva lengua, espacio lógico-cognitivo en la memoria, reservado para el almacenamiento y gestión de los datos y fórmulas adquiridas; y psicológico: elasticidad en la ‘auto modificación-adaptación’ a la cultura y a la ideología que ‘envuelven’ la lengua.

        Como ya he dicho, todo depende del sujeto y de la metodología específica y particular para cada caso. Teniendo en cuenta que todas las metodologías no funcionan con la misma eficacia en todos los casos, cada sujeto necesita, generalmente, un método que se adapte a sus necesidades y a sus capacidades. Y como es imposible crear una metodología personal para cada caso, se estima necesario, por lo menos, agrupar estos casos según un criterio que sea común a todos.

Tanto la colonización como la democratización de los sistemas educativos en muchas partes del mundo, junto a otros factores pragmáticos, han contribuido enormemente al fomento y difusión de las lenguas extranjeras. Por esto, las comunidades bilingües son cada vez más habituales, y la tendencia hacia el bilingüismo se manifiesta claramente en muchos aspectos de la vida cotidiana.

        En consecuencia, la segunda lengua, hoy en día, es una realidad evidente en muchos países. Se aprende, generalmente, poco después de haber adquirido la lengua materna, y se maneja, en la mayoría de los casos, con mucha facilidad. Con la segunda lengua se creó, por primera vez, una independencia de la lengua materna del individuo, dándole cierta confianza intelectual y social. Es una buena base de conocimientos adicional y es, también, complementaria (se convierte en muchos casos en la base principal de conocimiento) de la que puede dependerse para percibir y analizar los datos que proporciona el mundo exterior.

        Con la segunda lengua se rompe la pared psicológica que separa a las personas de un mundo desconocido y extraño. Y con ella desaparece el miedo a la aventura intelectual que suele provocar el encuentro con una nueva lengua.

        Los sistemas de cada lengua, (lógicos, lingüísticos, etc.), por tener cierta complejidad, pueden causar muchos problemas en la enseñanza de idiomas. Son barreras difíciles de superar sin una comprensión perfecta de su funcionamiento. Esos mismos problemas resultan menos graves cuando el individuo posee otra lengua y, especialmente, cuando el sistema de la suya propia es distinto al de la segunda.

        De ser así, pretendo, con este estudio, explotar al máximo esa segunda lengua, que es un recurso muy importante, para acceder a una tercera lengua. Usar sus sistemas como base para comprender los sistemas de la tercera, adoptar sus funcionamientos para acercar al sujeto a los de la tercera, y reforzar sus pilares para hacer de ella un método de percepción y de comportamiento verbal sólido y estable.

        Este planteamiento es, desafortunadamente, todavía desconocido por los investigadores, tanto pedagogos como lingüistas o didácticos. Me ha resultado imposible encontrar referencias directas o indirectas a los aspectos de este mecanismo, que llamaría ‘La Lengua Escalera’. Por lo tanto, la teoría y las hipótesis relacionadas con este mecanismo carecen, naturalmente, de cualquier aprobación u oposición. Es un planteamiento todavía abierto para los implicados en el perfeccionamiento de la adquisición y de la traducción de lenguas extranjeras.

        Con este fin, y con el de proporcionar una larga introducción a mis suposiciones, sin la que no podría llegar a entenderse la teoría de la Lengua Escalera, he tenido que estudiar, incluyendo los más mínimos detalles, todos los elementos implicados, al mismo tiempo, en la adquisición del lenguaje y en la aplicación de dicha teoría.

        En el primer capítulo, trataré el entorno de la adquisición analizando los dos componentes más decisivos en este proceso: la lengua, el objetivo de nuestro esfuerzo, y el sujeto, el generador pragmático del proceso.

La ‘lengua’ sigue siendo un concepto indefinido debido a la divergencia de tratamiento por parte de los lingüistas. No obstante, intentaré presentarla de forma temática y concisa, empezando por sus características; principalmente su estructuración en varios sistemas, además de la variabilidad e inestabilidad de dichos sistemas. Después, la naturaleza de la lengua desde el punto de vista formalista, que ve la lengua como un fenómeno mental, adquirido por una capacidad humana innata, y funcionalista, que la considera como un fenómeno social, impulsado por las necesidades comunicativas. Seguidamente trataré, profundizando hasta cierto punto en la psicología, de exponer el problema lógico de la lengua, haciendo énfasis en el triángulo de este problema: la memoria, como el almacén lógico de todas las operaciones lingüísticas, la inteligencia, o la capacidad de procesamiento cognitivo de los nuevos datos, y la propensión, o los factores que inducen al sujeto a aplicar su “faculté du langage” para adquirir una lengua. Otro elemento que expondré, según los criterios psicolingüísticos, es el conocimiento por ser el reflejo de nuestras experiencias con la lengua y de los aspectos intuitivos e independientes de ésta (los universales). Después, abordaré la relación íntima entre lengua y cultura; ya que la lengua no se produce en el vacío, sino en una convivencia coactiva. Presentaré también, de forma resumida, el concepto de las lenguas naturales, que son el resultado de las necesidades comunicativas del ser humano y que se oponen a las lenguas artificiales, que han sido ‘fabricadas’ por el hombre y desarrolladas de forma lógica y estructural. Y, finalmente, abordaré el tema de la ‘aprendibilidad’ siendo uno de los hechos más sólidos acerca de la enseñanza de idiomas; ningún tratamiento de adquisición podría ser válido sin incorporar soluciones para que cualquier lengua sea factible de aprender.

El sujeto, que será estudiado en la segunda parte de este capítulo, es el elemento más influyente e interactivo de todo el proceso de adquisición. La variación constante en todos los niveles, (psicológico, fisiológico, cognitivo, etc.), que caracteriza el comportamiento del sujeto, explica la complejidad de este proceso. Gran número de investigadores han tratado minuciosamente las diferencias individuales entre los sujetos. Sus tratamientos se concentraban, principalmente, en los aspectos relativos a la edad, como el factor más activo en la generación de estas diferencias, la aptitud y su papel inductivo en la facilitación o el rechazo del proceso, el estilo cognitivo del que depende, independiente de la inteligencia, la gestión de cualquier dato de la nueva lengua, la motivación, y la personalidad.

Junto a este planteamiento, plantearé un aspecto muy conflictivo en la adquisición: adultos vs niños. El debate entre los investigadores implicados en el tema se desarrolla sobre dos ejes: los que piensan que la edad es un factor positivo en el proceso, y los que creen que es un obstáculo que funciona en contra de la secuencia de los procedimientos de la adquisición. Los primeros se defienden por el hecho de que los adultos tienen más memoria y más capacidad de tratar y asimilar los conjuntos de la lengua, lo que les facilita la ruta de la adquisición. Mientras los últimos se apoyan en la ausencia de un estado de competencia potente en la adquisición de niños, provocado por la lengua materna.

El último tema en este capítulo versará sobre las estrategias que adoptan y desarrollan los sujetos en su empeño por adquirir una nueva lengua. La primera estrategia es la concordancia, es decir, la comparación frecuente de los contrastes entre la lengua materna y la nueva lengua. Esta estrategia conduce a que el sujeto sepa, solamente, cómo funciona la lengua sin poder manipular o controlar sus funcionamientos. La segunda estrategia es la simplificación de la nueva lengua. Con ella los sujetos pretenden, debido a su pobreza lingüística, aligerar el peso del uso de esta lengua, basándose en el control de un número de hipótesis que forman, en cualquier fase del proceso, y que les servirá para la reducción de las estructuras a otras más sencillas. La tercera estrategia es la relexicalización, siendo ésta una forma primitiva de la traducción literal. Es decir, lo que pretende el sujeto con esta estrategia es que el funcionamiento, a nivel léxico, de las dos lenguas sea igual. El resultado puede ser satisfactorio pero, a menudo, el sujeto se encuentra bloqueado y frustrado porque esta estrategia no puede facilitarle el acceso a la comunicación. La última estrategia es el auto-control, que controla las estrategias anteriores y es el resultado de la desconfianza del sujeto en los métodos y de su necesidad de superar, por sus propios medios, los obstáculos que cruzan el camino de la adquisición. Esta estrategia se presenta en forma de vigilancia, de regeneración o de reflexión.

 En el segundo capítulo trazaré, detalladamente, la adquisición de L2 (ASL). Es un campo complejo, que ha sido siempre una gran preocupación tanto para lingüistas, que se dedicaron a estudiar el contenido de la adquisición, como para psicólogos interesados en su proceso. Los implicados en este campo pretenden dar una imagen completa del proceso, no obstante, siempre les quedan algunos aspectos sin tratar. Por tanto, intentaré presentar los aspectos de la adquisición de forma detallada y, a la vez, concisa.

Antes de introducirme en los mecanismos y los procesos de la adquisición abordaré, primero, dos temas básicos en este planteamiento: la “faculté du langage” y la ‘universalidad’. El primer tema, que concierne al sujeto, lo estudiaré de forma distinta a la que estamos acostumbrados; lo trataré como un conjunto que envuelve el planteamiento de los investigadores norteamericanos, tanto mentalistas como formalistas. Es decir, la “faculté du langage”, para nosotros, será el punto de partida del proceso de adquisición. Es el momento en el que el individuo debe disponer de un ‘dispositivo de adquisición’ conocido por “language acquisition device” o (LAD), de una hipótesis, de una teoría gramatical y de un procesador cognitivo. El segundo tema, sin embargo, concierne a la lengua, e implica la exposición de sus rasgos universales, que se oponen a los particulares, destacando el planteamiento de los transformalistas en la distinción entre lo que es universal y lo que es variable.

Después, expondré las principales hipótesis sobre ASL, destacando la distinción adquisición-aprendizaje, que consiste en que los adultos tienen dos formas diferentes e independientes de desarrollar la competencia en L2. El ‘Orden natural’, cuyo argumento básico es que la adquisición de las estructuras gramaticales sigue un orden previsible. El ‘Monitor’ que pretende que la adquisición y el aprendizaje se emplean de manera muy específica; la adquisición inicia las producciones en L2 mientras el aprendizaje funciona únicamente como un ‘editor’. El “Input” que trata de explicar cómo se adquieren los elementos de L2. El ‘Filtro afectivo’  que traza la relación entre las variables afectivas y el proceso de adquisición, pretendiendo que los sujetos varían respecto a la fuerza de sus filtros afectivos. La ‘Textualidad’ que supone que las estructuras eventuales de la experiencia son de naturaleza textual, por tanto, sugiere que los elementos de la experiencia están relacionados dinámicamente entre sí y deben ser representados en una lógica temporalizada. La ‘Facilitación’ que pretende que las propiedades naturales compartidas entre L1 y L2 no tienen por qué ser (re)aprendidas, lo cual facilita el acceso a los elementos de la segunda lengua. La ‘Expectación’ que supone que la activación de las expectaciones correctas mejorará el procesamiento de las estructuras textuales. Y la última hipótesis será la de la “Suggestopedia” que comprende varias suposiciones acerca de la ASL.

Seguidamente se expondrán las teorías más importantes de la ASL. La teoría lingüística cuyo objetivo general es proporcionar a las gramáticas particulares de las lenguas naturales los medios para poner en función sus tareas, es decir, todas las gramáticas tienen como base una hipótesis fonológica, semántica y estructural formulada a partir de una teoría general. La teoría de la Gramática Universal, el conocimiento innato que posee el individuo de los sistemas lingüísticos, se creó por la necesidad de explicar la manera en la que se definen, limitan y adquieren las lenguas humanas, y para responder a algunos interrogantes sobre este conocimiento innato. Y la teoría conductista, que es básicamente psicológica y trata de explicar los fenómenos lingüísticos a través de la observación y el análisis de los comportamientos de los individuos. Su argumento básico es la asociación de estos comportamientos a las situaciones que los provocan. Por tanto, su foco de interés es el estudio de las costumbres que son el resultado de la asociación de los estímulos y las respuestas, y los errores que se producen durante la formación de estas costumbres como resultado de la ausencia de unas reacciones adecuadas ya asimiladas en el conocimiento lingüístico del sujeto.

En cuanto al proceso de la adquisición, siendo tan complejo como es, intentaré, primero, definirlo en función de los sub-procesos que conlleva y, después, describirlo detallada y sistemáticamente.

Este proceso es creativo, pues su objetivo es la creación de una base de datos lingüística y sociocultural, interactivo uniendo al sujeto con el ámbito, universal pretendiendo, desde un punto de vista mentalista, que todas las fases de la adquisición de una lengua están presentes en las de cualquiera, independientemente de su naturaleza, sucesivo teniendo en cuenta que el aprendizaje de una parte de la lengua conlleva el aprendizaje de otra y constitutivo dependiendo de lo que se adquiere en el proceso creativo. Además, es un proceso de ‘instantiación’ ya que los “minutiae” que forman progresivamente los detalles del proceso nunca están presentes todos al mismo tiempo, y de imitación, puesto que los recursos de la formación de conocimiento están siempre vinculados a un proveedor de L2.

La descripción de este proceso comprenderá la presentación del funcionamiento de sus principales componentes internos: el Filtro que se compone de los factores afectivos que dificultan ciertas partes del entorno, el Organizador que es la parte de la mente que trabaja subconscientemente para organizar los nuevos sistemas lingüísticos, y el Monitor siendo el elemento del sistema interno del sujeto que procesa conscientemente los nuevos datos.

Dentro de la tarea descriptiva del proceso de adquisición se incluirá un análisis de sus mecanismos, principalmente, de los procedimientos que adopta el sujeto en cada fase. Es decir, la asociación entre las categorías de la nueva lengua con las de L1, el análisis de estas categorías, la búsqueda de los datos primarios para asignarles unas interpretaciones, y la interpretación de estos datos. Paralelamente a estos procedimientos veremos la variación que sufren el control y la competencia del sujeto.

Después intentaré exponer las líneas de demarcación entre adquisición y aprendizaje, a pesar de la unanimidad, por parte de los investigadores, de que cualquier proceso de adquisición es, principalmente, un aprendizaje. Esta distinción es el principio básico del ‘aprendizaje natural’ del lenguaje. Su primer argumento es que la adquisición se realiza en situaciones informales, mientras el aprendizaje está sujeto siempre a la auto-vigilancia o a al auto-corrección en situaciones formales.

Luego trataré de manera concisa la adquisición de los sistemas de L2: la fonética, la escritura, y la estructura que son, prácticamente, el primer reto para los sujetos y que provocan dificultades y obstáculos durante el proceso de la adquisición.

En cuanto a los factores que influyen en la ASL presentaré los cuatro conjuntos más destacables dentro de los múltiples factores. El primero incluye los factores universales que se atribuyen a la universalidad en la que están organizadas las lenguas humanas, y en los que el sujeto no tiene ningún tipo de control. Estos factores se manifiestan en dos categorías: la primera se compone de los universales fonológicos, gramaticales y semánticos, y concierne únicamente a un aspecto del signo lingüístico (significante o significado), mientras la segunda está formada por los universales simbólicos que se refieren a las relaciones entre el significante y el significado, constitutivas del signo. El segundo conjunto comprende los factores exclusivos a L1 que se imponen al sujeto inconscientemente, y oscilan entre la facilitación y el impedimento de la adquisición. Los factores que facilitan la adquisición son los que reflejan fielmente los elementos comunes en las dos lenguas, mientras los que la dificultan son los rasgos particulares que carecen de la universalidad. El tercer conjunto, sin embargo, está formado por los factores exclusivos a L2, los elementos que compiten con los de L1. Estos componentes serán clasificados en dos categorías: los componentes orgánicos de la lengua, sus sistemas lingüísticos, y los componentes extralingüísticos: el contexto, el modo de percibir, pensar y expresarse. Y el último conjunto representa los factores exclusivos a la situación que forman el ámbito del proceso y comprenden, junto a los anteriores, al alumno, al profesor y a la situación. De ellos pueden distinguirse dos categorías: los factores de Macro-ámbito que incluyen la ‘naturalidad’, el papel del sujeto en la comunicación, la disponibilidad de referentes concretos para aclarar el significado y la disponibilidad de un modelo de L2, y los factores de Micro-ámbito que incluyen la claridad de la estructura, la respuesta del oyente, y la frecuencia de una estructura determinada.

        Aunque lo hayamos incluido en los anteriores factores que influyen en la ASL, el papel de L1 tendrá una exposición particular. Veremos que todas las experiencias en la adquisición demuestran que el conocimiento de la lengua materna afecta notablemente al aprendizaje de cualquier conocimiento nuevo. Y que el principio de la adquisición está expuesto no sólo a la forma desarrollada de L1 que posee el adulto, sino también, a una especie de gramática universal que está todavía presente en el sistema cognitivo del sujeto, teniendo en cuenta que la adquisición es el proceso de dirigir esta gramática universal hacia L2. Por lo tanto, el papel de L1 es el de ayudar a descubrir las propiedades formales de la nueva lengua, facilitando el aprendizaje de los rasgos que se parecen a los de la lengua materna.

        Las diferencias más destacables en el proceso de adquisición, entre L1 y L2, y entre L2 y L3 serán expuestas junto a las tablas que intentan resumirlas. Esta comparación comprenderá las diferencias existentes en el plano psicológico, intelectual, neurofisiológico y lingüístico.

Después resumiré los tipos de L2 y trazaré los primeros rasgos en la creación del fenómeno del aprendizaje de una segunda lengua, hasta llegar a los tipos más recientes de L2, principalmente el “pidgin” que ha nacido del contacto entre el inglés y algunas lenguas del Extremo Oriente, y el ‘criollo’ que se considera una extensión del primer tipo.

El último tema de este capítulo será el bilingüismo. Este es uno de los conceptos que más carece de una definición unánime por parte de los pedagogos. Los autores varían entre definiciones muy laxas: «es aquella persona que conoce algo de otra lengua distinta a la suya propia», y definiciones muy estrictas: «es la maestría de igual, activa y perfecta de dos o más lenguas». Por tanto, expondré los diferentes puntos de vista acerca de este fenómeno. Presentaré sus categorías: el bilingüismo compuesto y el coordinado, sus criterios: según la competencia, la edad, el prestigio sociocultural y la identidad cultural. Además, veremos el papel que juega el bilingüismo en el desarrollo de la inteligencia, y cómo puede ser el primer paso hacia un estado de monolingüismo o de atrición lingüística.

El tercer capítulo es la sustancia de este trabajo, por tanto, en él trataré de estudiar todos los elementos implicados en la adquisición que puedan acercarnos a la comprensión de la teoría de la Lengua Escalera. Como no podía ser de otra forma, lo primero en exponerse será el Análisis Contrastivo (AC) que nos preparará la base de compresión de la Transferencia, la Fosilización y la Interlengua, que vendrán a continuación. La idea de la teoría del AC se inspira, básicamente, en la suposición de que los sujetos tienden a transferir las formas y los significados además de las distribuciones de su lengua y cultura nativas a las producciones en L2. Su función es proporcionar una descripción científica de L2 comparada con una descripción minuciosa de L1. Su papel es prever las áreas de dificultad que los sujetos deberían afrontar, para que la enseñanza pueda proporcionar prácticas generales orientadas a eliminar la posibilidad de que se produzcan errores generados por L1. El origen del AC era puramente pedagógico, y tenía un aspecto psicológico basado en la teoría conductista y otro lingüístico basado en la lingüística estructuralista. Sin embargo, muchos investigadores se aprovecharon de su metodología para realizar otras tareas pragmáticas (como la traducción automática), o teóricas que consideran el AC como un medio para aumentar nuestro conocimiento de los universales y de la tipología.

La Transferencia es, tradicionalmente, el generador de las teorías del AC, no obstante, la inmensa cantidad de investigaciones la convirtieron en un amplio campo específico y en un fenómeno central en cualquier planteamiento de la adquisición de L2. Por tanto, la expondré de forma temática y estructurada.

Este estudio presentará, primero, algunas definiciones desde varios puntos de vista, dentro del marco de la psicología y la lingüística. En el primer marco se considera como el fenómeno del conocimiento previo, que se extiende al área del nuevo; la influencia que tiene el aprendizaje o memorización de algo sobre el aprendizaje o la memorización de otra cosa nueva. Mientras en el último se considera como la influencia de las costumbres lingüísticas ya establecidas en el aprendizaje de otras nuevas. Después veremos las condiciones y los factores de los que depende ‘la transferibilidad’, aunque la idea general de la transferencia afirme que todos los elementos de L1 son transferibles. Luego trazaré el proceso de la transferencia en sus dos categorías: como proceso de aprendizaje, que soporta la selección y redefinición de la estructura del “input”, y como proceso de producción, que implica la recuperación del conocimiento adquirido. El ámbito de la transferencia nos mostrará el origen de la transferencia que se atribuye, por una parte, a la incapacidad del sujeto para explotar las propiedades de la nueva lengua, o a su incapacidad de distinguir entre ellas y las de L1. Y, por otra parte, a su suposición de que todas las lenguas se parecen entre sí. En la transferencia de L1, sin embargo, veremos, a través de la observación de la transferencia en los sistemas de la lengua (la fonología, la lectura, la escritura y el léxico), que cualquier experiencia nueva se relaciona automáticamente con los datos más parecidos en el conocimiento sociolingüístico de L1. La transferencia de la cultura la trataré por separado de la de L1. Veremos que la suposición de que todos los seres humanos tienen los mismos comportamientos hace que todos los aspectos de la cultura sean transferibles (los gestos, el pensamiento, los gustos, el estilo, etc.) Por esto, los sujetos suelen percibir la cultura de L2 a través de la suya propia. Lo cual puede, dependiendo de los filtros afectivos de los sujetos y de la distancia entre las dos culturas, frenar el proceso de adquisición. Terminaré el estudio de la transferencia con una exposición y un análisis de los tipos de transferencia. La transferencia en el proceso de la adquisición se atribuye a la influencia interlingüística; esta influencia modifica y rectifica algunos aspectos del proceso de adquisición; el resultado de la intervención de la transferencia es lo que decide su categoría y su tipo. Existen dos criterios para clasificar la transferencia; el primero es pragmático y está basado en los efectos materiales que produce la transferencia, mientras el segundo es conductista y relativo a la necesidad psicológica de los sujetos. Del primer criterio destacan dos tipos (substratum) de transferencia: positiva y negativa, y del segundo ‘la transferencia de préstamo’. Por lo tanto, presentaré estos tipos bajo dos categorías: transferencia positiva vs negativa, y transferencia de préstamo. Veremos que el principal factor, en definir la categoría de la transferencia, es el resultado que se obtiene recurriendo a las semejanzas entre las lenguas. La transferencia positiva implica la utilización del conocimiento previo para facilitar el aprendizaje de cualquier material nuevo, mientras la negativa implica las divergencias de las normas de la nueva lengua. No obstante, veremos que la transferencia de préstamo se debe a la influencia que tiene L2 sobre las lenguas previamente adquiridas; a la influencia de los nuevos conocimientos sobre los antiguos. Dicho de otro modo, la lengua perjudicada es la materna que, en el peor de los casos, se entraría en una fase de atrición.

La fosilización es un fenómeno poco comprensible en el que están implicadas tanto la lingüística como la psicolingüística. En lingüística la definición de este fenómeno no sobrepasa el proceso de fosilizar los elementos libres de un sintagma en uno nuevo cuyos elementos son inseparables. Mientras en psicolingüística se define como el proceso de convertir cualquier forma lingüística, rasgo o regla en un elemento establecido permanentemente en la Interlengua del sujeto. Por el carácter de este estudio me concentraré, únicamente, en el segundo concepto de fosilización. En el proceso de la adquisición, este fenómeno se manifiesta en todas las fases y en todos los niveles. Desafortunadamente todavía carecemos de un concepto claro de lo que realmente es. Por esto, para proporcionar una idea completa, trataré de clasificarlo en dos tipos: la fosilización destructiva y la fosilización constructiva. El primer tipo implica que todo elemento que se fija en la IL, sin cumplir las normas de L2 y que es el resultado de una transferencia lingüística de L1, se considera fosilizado destructivamente. La fosilización de estos elementos destroza, relativamente, la verdadera imagen de L2, y retrasa (si no paraliza) la optimación del rendimiento. Los elementos fosilizados, antes de llegar a un nivel razonable de adquisición, funcionan como obstáculos que frenan el acceso armónico a otros elementos. Mientras el segundo, que nadie ha tratado hasta el momento, implica la reserva en la Interlengua de un espacio más parecido a L2 para guardar las experiencias auténticas, que formarán en el futuro el uso espontáneo de dicha lengua. Dicho de otro modo, lo que hace la fosilización constructiva es registrar todos los elementos, que habían pasado por la experiencia, y colocarlos en la subconsciencia del sujeto.

El tema La Interlengua (IL) debería preceder a la transferencia y la fosilización siendo el ‘almacén’ que contiene a ambas, pero, por esto mismo, he preferido tratarlo después. Este término ha parecido en varias obras bajo distintos nombres. Es a partir de los años setenta cuando empezaron a surgir múltiples definiciones y teorías para tratar este fenómeno tan atractivo. Ha tenido varios significados; algunos investigadores lo utilizan como sinónimo del aprendizaje de L2 en general. Otros le atribuyen dos conceptos relacionados pero diferentes: el primero se refiere al sistema estructurado que construye el sujeto en cualquier fase de su desarrollo; mientras el segundo se refiere a las series de sistemas entrelazados que forman el sílabo interno del sujeto. Los demás lo usan para referirse al nivel del sujeto, cualquiera que sea, durante el proceso de adquisición de L2, antes de lograr la competencia de los nativos. Por tanto, inspirado por estas definiciones, intentaré presentar el concepto y el mecanismo de la construcción de IL de forma concisa, pero completa.

Después de este tratamiento teórico de los elementos relacionados con la Lengua Escalera, abordaré los aspectos pragmáticos que justifican el planteamiento de esta teoría, principalmente el rendimiento y la metodología.

Todos los componentes del proceso de la adquisición están orientados hacia un único fin: diseñarle al sujeto un camino adecuado para lograr un rendimiento satisfactorio. En el rendimiento encontramos varios elementos implicados. Por una parte los relacionados con el entorno de la lengua materna y, por otra, el ámbito de la nueva lengua. Pero a la hora de evaluarlo sólo se tienen en cuenta los datos revelados por la competencia y la actuación. Por tanto, analizaré el rendimiento a través de estos dos sectores. En los primeros contactos con el ámbito, la competencia se manifiesta en el comportamiento del niño en función de la “faculté du langage” y en forma de LAD. Es decir, su capacidad de percibir, relativamente, cualquier dato sin ningún conocimiento previo. La competencia (universal o particular) de cualquier persona explica su capacidad de construir, identificar y percibir las oraciones gramaticales, de interpretar las frases ambiguas y de crear oraciones nuevas. Además analizaré la relación existente entre la competencia y el control, los procesadores internos y, particularmente, la comunicación. Veremos que la competencia comunicativa es el fruto del contacto con el ámbito de la lengua, que se realiza mediante la comunicación interactiva y la receptiva. Es decir, la formación de la competencia comunicativa (oral o escrita) no es exclusiva a los aspectos ya establecidos, incluso antes de iniciar el proceso de la adquisición de L2, sino que logra su aspecto pragmático a través del contacto directo con el ámbito, generado por la competencia compuesta de L1 y L2. En cuanto a la actuación es la manifestación de la competencia de los hablantes en sus actos comunicativos orales. Puesto que, las actuaciones lingüísticas de los hablantes son las oraciones emitidas en las diversas situaciones de comunicación; forman los hechos observables que constituyen el ‘corpus’ del análisis lingüístico. La actuación del concepto de la gramática generativa, corresponde, por tanto, al concepto de habla de la lingüística estructural. Desde este punto de vista, trataré de estudiar cómo la actuación depende de la competencia y de los factores individuales, y por qué se considera el préstamo lingüístico como el fenómeno sociolingüístico más importante en la actuación del sujeto.

En cuanto a la metodología, intentaré justificar por qué cualquier planteamiento sobre la adquisición de una segunda lengua debe reconocer el papel decisivo de la metodología, y por qué la segunda lengua no puede adquirirse caóticamente. Como ya hemos visto, en el primer capítulo expondré la lengua y el sujeto dentro del entorno de la adquisición. En este lugar, trataré otros dos elementos que son básicos en este entorno: los métodos y el profesor.

La diversidad en las condiciones de adquisición incita a ‘inventar’ nuevos métodos, que puedan responder a la necesidad crónica de lograr un buen rendimiento en las lenguas extranjeras. Este rendimiento se mide según la capacidad del sujeto para manejarse con el ámbito de L2. Por esto, expondré los principales métodos, tanto tradicionales como modernos, que nos pueden aclarar a qué tiene que enfrentarse el sujeto en su empeño por aprender una nueva lengua. El método gramática-traducción que tiene como objetivo proporcionar al sujeto gran cantidad de vocabulario y de entrenarle para extraer el significado de un texto extranjero, traduciéndolo literalmente a la lengua materna para poder apreciar el valor de lo que está leyendo. Es decir, saber todo sobre una cosa más que saber la cosa en sí misma. El método directo que orienta al sujeto para usar los nuevos datos en situaciones comunes de la vida cotidiana. El método de lectura que pretende que la imagen auditiva de la lengua, que está adquiriéndose, podría ayudar en el futuro en la lectura de un texto. El método audio-lingual con la finalidad de enseñar el habla y no la lengua. El método del código cognitivo que supone que la percepción y la conciencia de las reglas, de la lengua extranjera, deben preceder a la utilización de estas reglas. El anti-método cognitivo que ha sido desarrollado como respuesta al anterior. Y el método estructural que está orientado para proporcionar a los sujetos una competencia gramatical implícita, que podría manifestarse en el uso natural de una lengua gramaticalmente correcta.

El profesor es la fuente del conocimiento concreto del sujeto; cualquier regla no puede establecerse en la IL hasta que se confirme su legitimidad por el profesor. Teniendo siempre en cuenta que transmite a los sujetos su conocimiento de L2 tal como él lo ha percibido. Por tanto, resumiré y analizaré su papel en la adquisición, sobre todo, en el establecimiento en el sujeto de un sistema coordinado y otro compuesto capaces de proporcionarle una elasticidad satisfactoria para poder gestionar los datos de la nueva lengua.

 El entendimiento de todos los elementos anteriores nos facilitará la construcción de una idea general de lo que es la Lengua Escalera. En la parte primera, la teoría, expondré las raíces de esta hipótesis, que he desarrollado a través de mi propia experiencia en el aprendizaje y la enseñanza de idiomas. Resumiré sus principales planteamientos, su papel en la creación de la independencia del sujeto de su lengua materna, y en el traslado de los centros de pensamiento de L1 a la segunda lengua, que será un sustituto competente de L1. Y describiré su mecanismo básico en la explotación de los componentes de la Interlengua, y en el control de los datos entrantes.

En la segunda parte, el estudio, expondré un estudio práctico que ha sido realizado en la Universidad de Yarmouk (Jordania) y en la Universidad Complutense de Madrid (España). Este estudio contiene dos categorías de observación. La primera es el diseño longitudinal que se basa en la observación del rendimiento de un número limitado de sujetos, durante cierto período de tiempo. Se desarrolló en dos sectores: el sector de adolescentes (15-18 años) y el sector de adultos (18-20 años). El objetivo de esta categoría de estudio es averiguar la funcionalidad de la Lengua Escalera en las clases de francés. La segunda categoría, sin embargo, es el estudio interseccional que se basa en los datos obtenidos de muchos sujetos (muestras) en un punto determinado de tiempo. El medio empleado para conseguir estos datos fue una encuesta-test aplicada a dos grupos. El primero está formado por sujetos árabes que están aprendiendo una lengua indoeuropea, mientras el segundo está formado por sujetos españoles que están aprendiendo una lengua semítica. Presentaré, por tanto, los resultados de cada grupo, comparación e interpretación de estos datos y algunas conclusiones deducidas de los resultados de todas las muestras.

 

En el cuarto capítulo estudiaré el papel de la Lengua Escalera en la Traducción. Ya que ésta es la personificación del conocimiento lingüístico, y la realización de la Interlengua en forma de lengua. Empezaré con una introducción sobre el concepto de la traducción que es, principalmente, la conversión de cualquier acto de un ámbito en un mensaje comprensible en otro ámbito. Después trataré, únicamente y de forma muy genérica, los aspectos de la traducción implicados directa o indirectamente en la teoría de la Lengua Escalera, exponiéndolos de manera que puedan justificar la utilidad de la aplicación de esta teoría.

Primero presentaré las teorías de la traducción de forma resumida. Trataré la problemática adopción-adaptación que generó la necesidad de establecer una ciencia de la traducción. Esta promocionó los equivalentes dinámicos de Nida pretendiendo que la traducción consiste en reproducir, en la lengua de destino, el mensaje de la lengua de origen por medio del equivalente más próximo y natural, primero en lo que concierne al significado y después al estilo. Veremos que la ciencia de la traducción requiere el establecimiento de una relación clara, por un lado, entre la comprensión de los aspectos del texto de origen (TO), que dependen de las expectativas del traductor y se determinan por la situación y por la necesidad comunicativa. Y, por otro, la capacidad de hallar los puntos de encuentro conceptual y comunicativo que puede proporcionar el texto de destino (TD). Además explicaré por qué la teoría de la traducción no es más que un marco, generalmente, indefinido que engloba unas hipótesis personales y exclusivas a cada acto de traducción, o sea, a cada traductor.

El siguiente tema será la descripción del proceso de la traducción en sus cuatro fases. La fase de expresión del TO en la que deben encontrarse los elementos necesarios para una producción lingüística expresiva. La fase de expresión del TO que depende del emisor y del receptor del mensaje. La fase de producción del TD por parte de un receptor que debe emular los elementos implicados en la primera fase. Y la fase de percepción del TD que es responsabilidad, primero del emisor (el traductor) y después del receptor. En cada fase veremos que existen tres modelos de traducción: el modelo dos-fases (análisis y síntesis), el modelo tres-fases (descodificación, transcodificación y recodificación), y el modelo circular (movimiento permanente entre el TO y el TD).

 

Después, expondré las principales leyes de la traducción, haciendo distinción entre las leyes de los clásicos: conservar el orden de las cosas, el orden de las ideas, los períodos, las conjunciones, la simetría, las figuras, etc. y la única ley que se propone actualmente: saber traducir.

Luego resumiré las categorías de la traducción: la traducción intralingüística (diacrónica y sincrónica), la interlingüística, y la intersemiótica. Y los tipos de la traducción: traducción-información, traducción-interpretación, traducción-alusión, traducción-aproximación, traducción-imitación y la traducción-recreación. Incluyendo, por supuesto, las diferencias entre traducción escrita y traducción oral.

La ambigüedad es una noción fundamental en la traducción pues está relacionada con el establecimiento del ‘querer decir’, de la interpretación de los signos, del no-sentido, del flujo y también de la profundidad de la lengua. La ambigüedad en la lengua está constituida, al mismo tiempo, por el flujo del movimiento no-verbal que tiende hacia una forma de expresión, y por el principio de la ‘economía’ que dirige el sistema en su potencialización de sentido y en su organización. Es la que genera principalmente los problemas de la traducción. Clasificaré y analizaré estos problemas en cuatro categorías: problemas específicos del texto que surgen de unos rasgos particulares del TO, problemas lingüísticos atribuidos a las diferencias estructurales entre las dos lenguas, problemas culturales atribuidos a las diferencias entre las normas y las convenciones entre la cultura de cada lengua, y problemas pragmáticos generados por la naturaleza de la tarea traductiva.

El traductor será el último tema en este capítulo. Veremos, sobre todo, las condiciones mínimas que debe reunir el traductor para poder llevar a cabo una traducción aceptable, tales como el dominio de L1, amplio conocimiento de LD, profunda información sobre el tema tratado, y cierto gusto estético.

En cuando a la bibliografía, es sorprendente la gran cantidad de autores anglosajones, alemanes y franceses, y los pocos españoles que han tratado el tema de la adquisición de las lenguas extranjeras. No obstante, mencionaré, únicamente, las obras consultadas a las que hago referencia en el corpus o en las notas.

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